Pocos sitios mantengo en la retina después de tantos años, Perito Moreno es un lugar especial, uno que no se olvida por mucho tiempo que pase. Y al que estoy segura que volveré. Tengo tantas cosas que contar de este glaciar… tantas emociones.
Perito Moreno es el glaciar por excelencia de la Patagonia Argentina, con 50 km de longitud y una habilidad especial para ganar tu corazón. Está situado dentro del parque Nacional de los Glaciares, en la provincia de Santa Cruz. A 80 km está la villa de Calafate, desde donde organizan excursiones de un día para todos los tipos de gustos. Explico un poco más a cerca de esta villa aquí: Calafate
Nuestra excursión fue la de la caminata más larga. Te piden que estés de hacer deporte y mantengas una buena forma física, se trata de un tour que te lleva desde la base del glaciar perito moreno una hora por la montaña, para recorrer el glaciar por dentro con crampones durante tres horas y volver de nuevo una hora por la montaña. Al final es un día completo totalmente inolvidable. Para el que no quiera meterse tan adentro en el glaciar, ofrecen la misma excursión con crampones desde la base del mismo.
COMENZAMOS LA AVENTURA POR PERITO MORENO
Un autobús pasó a buscarnos por la puerta del hostel para llegar al parque nacional de los glaciares. Una vez allí, la primer parada es un camino que puedes recorrer con una vista panorámica del glaciar, la primer maravilla ya la ves al inicio.
Una vez llegas al final de camino, las vistas son totalmente increíbles, una masa blanca de hielo delante de ti. Si tienes suerte, escucharás como se producen los desprendimientos de hielo, es un sonido ensordecedor. Éstos desprendimientos se producen porque el glaciar está en continuo movimiento, y al intentar desplazarse hacia adelante, el hielo más antiguo del principio se rompe y cae al agua, produciendo un sonido realmente escandaloso.
Después de unas horas paseando por estos caminos y viendo el glaciar desde diferentes ángulos, toca volver a subir al autobús. La siguiente parada es la base del perito moreno, para ello hay que coger un barco que te cruza al otro lado. Lo que te permite ver el glaciar más de cerca y descubrir lo enorme que es en realidad.
Por fin llegamos, te dan un curso rápido a cerca de lo que vas a descubrir y comienza el trekking. Una hora por la montaña para adentrarnos más en el perito moreno. La caminata se hace muy rápida y entretenida, no dejas de ver paisajes increíbles a cada paso.
MOMENTO DE PONERSE LOS CRAMPONES
Una hora después llegamos al punto en el que hay que descender al Glaciar, y ya no podía tener más ganas de pisar el hielo. Me calcé los crampones y comenzamos es descenso.
El agua era de un azul intenso, yo estaba como una niña pequeña cuando le dan un caramelo. Absorbiendo todo lo que veía y sin poder dejar de mirar hacia todos los lados. Al ser un parque natural, el agua en esta zona es potable, bebas de dónde bebas. Y esto me encantó, hasta tal punto que llenaba la cantimplora en todos los sitios que podía, cascadas, lagos, el río… Y si ya la tenía llena, ¡bebía y la volvía a llenar de nuevo! Fue una experiencia única poder beber directamente del glaciar.
El agua es potable en todo el parque y puedes beber directamente del glaciar.
Según nos íbamos adentrando en el glaciar el agua era cada vez más azul, yo bebí de todos lados. No te preocupes si tienes algún tipo de reparo, es totalmente potable y no encontrarás agua más pura. Eso sí, ¡se te hiela hasta el cerebro!
Una hora y media después de comenzar nuestro trekking por el glaciar, paramos a comer tipo pic-nic. Sentada encima de la mochila, por supuesto, el hielo además de estar muy frío, corta. Por lo que es mejor sentarte encima de algo que directamente sobre él.
Tres horas más tarde disfrutando de este paisaje, volvimos hacia la montaña para retomar el camino de vuelta a la base del glaciar. Estaba tan emocionada que no me dolían ni las piernas, ni los pies ni nada, aunque esto cambiaría al día siguiente.
La inmensidad del perito moreno nunca deja de sorprenderte.
DE VUELTA EN LA MONTAÑA
Me quité los crampones y ya estaba preparada para volver, con mucha pena y mucho cansancio también. Y de repente, ¡una sorpresa! Uno de los gatitos que suelen andar por la base nos había seguido sin que nadie se diese cuenta. Allí en el medio del monte no podía sobrevivir de noche. Como buen amante de los animales que soy, me encargué de auparlo y llevarlo de vuelta al campamento.
FIN DE LA EXCURSIÓN
Una vez el gatito estuvo a salvo, volvimos a coger el barco que nos llevaría de nuevo al autobús. En el barco te ofrecen wisky con hielo del glaciar, un alfajor de chocolate y dulce de leche (si eres goloso, este será tu postre) y un souvenir, era un llavero con un crampón en pequeñito y una mini botella de licor de calafate. Una vez en el autobús nos quedaban unas horas hasta volver a llegar al hostel, realmente echa polvo pero más feliz imposible.
Te preparan un wisky con hielo del glaciar para terminar la excursión.
INFO ESENCIAL
Hay todo tipo de excursiones que se pueden contratar. Un montón de empresas con sus respectivos precios se encargan de este tipo de excursiones. Además de trekking, tienes opción de hacer kayak, un paseo en barco, visitar el museo y un sinfín de cosas.
Si reservas con antelación puede salirte por un precio más económico. Yo como no sabía que iba a hacer, lo contraté al día y me salió por 120€ todo incluido. Si viajas con tu mochila, tienes tiempo y no sabes que te deparará el día a día, reservarlo al momento puede ser la mejor opción.
Página web: www.parquesnacionales.gob.ar
La empresa que utilicé: www.hieloyaventura.com
Precio: 120€ persona, todo incluido.